lunes, 30 de junio de 2008

jueves, 26 de junio de 2008

Personajes ilustres de la Eurocopa: Alá



El borreguismo que complementa a la idea general de aficionado al fútbol no es culpa de los protagonistas de este ¿deporte?, ni de sus seguidores y ni siquiera del propio fútbol. El borreguismo es una aportación extra fomentada con total empeño por parte de los profesonales de los medios de comunicación, profundizando en esta tarea cada vez más con el tiempo. Existen excepciones, pero tan contadas que no llegan a ser significativas. El intríngulis de juntarse peña para dar patadas y correr detrás de un balón rodeados de millones que saltan, gritan o incluso se ahostian al ritmo de lo que ven es demasiado absurdo y complejo para calzarlo en el ámbito de los media de hoy. Resulta difícil no mencionar la gran defición del legendario entrenador Helenio Herrera, la del fútbol como metáfora de la vida, y fue Albert Camus quien confesó que todo lo que sabía de la vida se lo debía al fútbol.¿Se decidió el autor de El extranjero por las letras al no conseguir cuajar en su carrera de portero de fútbol? Todo esto viene a cuento porque esta impresionante Euro'2008 ha estado a punto de hacer tambalearse a mis sólidos principios laicos. De ateo como Dios manda, quería decir.
A un paso del cambio de acera espiritual total por culpa de la selección turca dirigida por Fatih Terim. No me han dejado ni ganas de pensar mucho antes de afirmar que lo de Turquía en esta Eurocopa es lo más fuerte que se le ha visto nunca a un equipo en una fase final. Un arranque más dicreto imposible, perdiendo sin hacer ruido por 2-0 contra la Portugal del guayón de Cristiano Ronaldo, que les llevó a jugarse la supervivencia ya en su segundo partido, frente a la anfitriona Suiza, bajo una inclemente tormenta alpina. Empezaron perdiendo por un gol de un turco nacionalizado suizo, pero sobre un aunténtico pantano como terreno de juego, los hombres de Terim se dejaron la piel, y más de uno los huesos, hasta remontar en el último minuto del descuento, eliminando así al equipo local. Llegó su segundo encuentro a vida o muerte en la última jornada de la primera fase contra la sólida República Checa, con uno de los mejores porteros del mundo, el cyborg Peter Cech bajo los palos. En el minuto 75, el marcador anunciaba un 2-0 para los checos, y los espectadores estábamos a punto de cambiar de canal cuando los turcos, ya diezmados por las bajas, acortaron distancias. Inmediatamente, Cech cometió el error de su vida y el gran capitán Nihat empató. Los turcos siguieron peleando, perdiendo efectivos por acumulación de tarjetas y lesiones, hasta que en el último minuto de nuevo Nihat colocó el 3-2 en el fondo de las mallas.
Las bajas se habían multiplicado para el choque de cuartos contra la vistosa Croacia de Slaven Bilic, que había ganado sus tres partidos anteriores. Parecía que los turcos ya podían darse por contentos con su épica clasificación, pero magistralmente se dedicaron a desactivar el juego combinativo de los talentosos Modric y compañía, y dando más de un susto a la contra a pesar de estar con las fuerzas al mínimo. Forzaron la prórroga. Entramos en el terreno de lo imposible.Minuto 119. Por fin marca Croacia. No suele haber minutos de descuento en la prórroga, pero el árbitro concedió uno por cortesía. Balón del portero Rustu al área contraria, y un turco lo machacó por la escuadra de la portería croata. Observando la repetición del gol, no sé con qué apuntó ese guerrero antes de disparar con semejante acierto en el minuto 121. Los croatas, lógicamente, habían muerto ya cuando la ronda de penaltis ni siquiera había empezado: Turquía semifinalista.
Se rumoreba sólo les quedaban ya 10 jugadores de campo y 3 porteros para enfrentarse a Alemania, su poderosa archienemiga. El partido que vimos ayer llevó al fútbol, a su épica y a su espectáculo, a esas dimensiones que sólo aparecen una vez cada muchos años. Para no variar, quedaban menos de 5 minutos cuando Turquía puso el empate a dos. Mi crisis de no-fe estallaba. Pero si algo caracteriza a los dioses es su infinita crueldad precisamente con aquellos que más los aman, y los panzers alemanes se sacaron una perfecta jugada germánica para ganar en el minuto 89 y disputar, una vez más, su final. Me caen tan mal, los dioses, que prefiero continuar como hasta ahora, procurando evitar que sepan nada de mí mientras yo de ellos seguiré sabiendo demasiado.

miércoles, 25 de junio de 2008

Canción de verano

It's summertime, de los Flaming Lips. La interpretación visual corre a cargo de un colgao que, mira, a mí me ha caído bien.



La canción pertenece legalmente al discazo Yoshimi battles the pink robots.

lunes, 23 de junio de 2008

Personajes ilustres de la Eurocopa: Zapatones



Si alguien merecía saltar por fin ese muro infranqueable, esa frontera de los incapaces, ese maleficio -palabra que protagoniza hoy los grandes titulares de los periódicos tanto deportivos como de información general ya que fue el Rey quien la eligió al concluir el partido- era el gran Luis "Prefiero-que-me-llamen-Zapatones" Aragonés. Después de años de insultos, de injustificable coña permanente y demás rastreras acusaciones de todo tipo desde las tribunas futbolísticas capitalinas, el lugar de España donde menos se sabe de fútbol, la selección se acostó anoche dispuesta a explorar esa terra incognita que existe más allá de los cuartos de final de los grandes torneos.
España cortó ayer la cabeza de la nazionale, que si bien no contaba con parte de su columna vertebral sin los Cannavaro, Materazzi, Gattuso y Pirlo, cuatro refulgientes estrellas siguen deslumbrando en su camiseta, la última incorporada hace sólo dos años, gracias a la misma receta de ayer, la que fascina tanto como para seguir derrochando tinta en su honor y que se puede resumir en esa fría sensación que te dice todo el tiempo que cuando más groguis parecen, más cerca estás de que pase algo raro y el portero contrario tenga que sacar el balón del fondo de su red sin alcanzar a explicarse cómo ha podido suceder.
Hombre adusto hasta la desesperación, dudo mucho que Luis se entretenga en saborear el regusto a venganza de esta gran victoria. Pero si no lo hace él, no me importa ser yo, caótico, indisciplinado y vil quien lo haga en su lugar. En el pasado Mundial, La Roja tuvo que volver a casa por dejarse empatar un partido en un cotraataque del rival. Nunca el Sabio -perdón, Zapatones-, que yo sepa, ha hecho mención publica a ese íntimo dolor producto del enfermizo ambiente que ha rodeado siempre a la selección, especialemente desde su llegada, pero los muchachos ayer desarrollaron una personalidad propia por fin, una mente helada, la tranquilidad de saber que si nos tocaba caer, como siempre, por una vez sería con la cabeza altísima y no hay un camino mejor a la victoria que perderle el miedo a la derrota.
Los chicos de Luis seguirán siendo los chicos de Luis aunque él no esté dentro de dos años, cuando regrese la cita suprema de la Copa del Mundo. Porque si hay algo que defina al viejo zorro de los banquillos -aparte de su soltura en sacarse los mocos y valentía al explorar las hendiduras de sus orejas- no es ninguna revolución estratégica ni un especial hincapié en un aspecto concreto del juego: Luis Aragonés es un padre, un magnífico psicólogo de la vida que castiga y premia a sus niños sin que por ello olviden que ese anciano con chándal en el último momento siempre está de su parte y que se mea en las habladurías del entorno, especialmente en las de esa degeneración político-yihadista-superespañolacoño que se hace llamar -y hace falta ser ridículo- "los raulistas".
Nos espera el jueves Guus Hiddink, el Rey Midas que después de sus hazañas con Corea y Australia, reparte ahora felicidad futbolera por las estepas rusas. Y el que aspira a ser la gran sensación del campeonato y de los próximos años, el recién coronado Andrei Arshavin, a pesar de haber disputado sólo dos partidos.
Me dedico a contar las horas hasta que llegue el momento porque, leches, me mola tanto el fútbol que a veces hasta me asusto.

viernes, 20 de junio de 2008

Kerouac en la primera tarde de verano

Cada vez que ponen éste anuncio



me entra un poco de pena y ardor de estómago, porque de tanto repetirlo van a conseguir que odie uno de mis párrafos preferidos de toda la vida. De toda la vida cuando se tienen 20 años y todo por hacer, quería decir. Lo único que se me ocurre es dejaros aquí el párrafo dentro de su contexto.

"Y esa fue la noche en que Dean conoció a Carlo Marx. Y cuando Dean conoció a Carlo Marx pasó algo tremendo. Eran dos mentes agudas y se adaptaron el uno al otro como el guante a la mano. Dos ojos penetrantes se miraron en dos ojos penetrantes: el tipo santo de mente resplandeciente, y el tipo melancólico y poético de mente sombría que es Carlo Marx. Desde ese momento vi muy poco a Dean, y me molestó un poco, además. Sus energías se habían encontrado: comparado con ellos, yo era un retrasado mental, no conseguía seguriles. Todo el loco torbellino de todo lo que iba a pasar empezó entonces: aquel torbellino que mezclaría a todos mis amigos y a todo lo que quedaba de mi familia en una gran nube de polvo sobre la Noche Americana. (...) Corrían calle abajo juntos, entendiéndolo todo del modo en que lo hacían aquellos primeros días, y que más tarde sería más triste y perceptivo y tenue. Pero entonces bailaban por las calles como peonzas enloquecidas, y yo vacilaba tras ellos como he estado haciendo toda mi vida mientras sigo a la gente que me interesa, porque la única gente que me interesa es la que está loca por vivir, loca por hablar, loca por salvarse, con ganas de todo al mismo tiempo, la gente que nunca bosteza ni habla de lugares comunes, sino que arde, arde como fabulosos cohetes amarillos explotando igual que arañas entre las estrellas y entonces se ve estallar una luz azul y todo el mundo suelta un "¡Ahhhh!" . ¿Cómo se llamaban estos jóvenes en la Alemania de Goethe? Se dedicaban exclusivamente a aprender a escribir, como le pasaba a Carlo, y lo primero que pasó es que Dean le atacaba con su enorme alma rebosando amor como únicamente es capaz de tener un convicto y diciendo:
-Ahora, Carlo, déjame hablar...Te estoy diciendo que...-Y no les vi durante un par de semanas, y en ese tiempo cimentaron su relación y se hicieron amigos y se pasaban noche y día sin parar de hablar.
"

La primera tarde de verano parece que nunca vaya a acabar. Y no sé si me animaré a releer a Kerouac, con todo lo que ha caído desde entonces.

Opiniones provisionales

No soy ningún experto ni siento, por ahora, un gran interés en la figura de Nacho Vigalondo. Sé de él lo de su corto nominado al Oscar, y aunque no tenga la manera de saber contra quiénes competía, el corto me pareció gracioso; después el tío aparecía flipándolo por diferentes programas de tv, lo que me pareció lógico y gracia tampoco le faltaba. No daba rabia, vamos. También sé que tiene uno de los blogs más populares de todo el orbe, y que al parecer levanta pasiones a favor y en contra. Yo sólo husmeé en su web un par de veces, y no detecté nada que hiciese decantarme por una postura u otra. Hace siglos que se escuchan y se leen comentarios sobre su primer largo, Los cronocrímenes, que nadie ha visto por aquí pero que ha arrasado en el circuito indie de EE.UU., hasta el punto que, según se dice, David Cronenberg está ya trabajando en la versión americana. Entre tanto, Vigalondo se las ha visto putísimas para encontrar una distribuidora que acceda a llevar la peli a las salas españolas. Por fin, el próximo viernes se estrena y yo pagaré por verla en el momento de mi vida en que menos frecuento las salas -sólo me motivan las pelis de superhéroes- porque me puede la curiosidad.Nacho Vigalondo es hoy flamante portada de Ep3, y aparece con actitud rompedora y confesando lo mucho que ha sufrido durante todo el largo proceso que representa escribir, financiar, dirigir y estrenar una peli que promete ser bastante original. Casi puedo escuchar desde aquí el rugido de productores rácanos y friki-psicópatas cortometrajistas frustados -valgan las redundancias- criticándole por ir de guays y ser un listo, expresiones que cuentan como sólidos argumentos en el histérico panorama de la industria audiovisual de este país. Ya digo que no tengo todavía una opinión formada sobre el personaje en cuestión, pero me gusta lo que dice en la entrevista de hoy: "(En España) se piensa desde la envidia, un error descomunal, porque el éxito ajeno ayuda al propio". No sé si es un hipócrita, pero ese diagnóstico suena perfecto. Esa envidia a la que se refiere es a lo que muchos llaman "competencia", dicen y repiten que es sana y recomiendan la mentalidad competitiva full-time, porque saben que siempre acaba por cotizar a la baja y, en el fondo, es la llave que asegura el inmovilismo y mientras el discurso general siga siendo el de el cine español es una mierda, los de siempre seguirán tejiendo sus chanchullos a la sombra, seguirán exprimiendo la sangre de los soñadores inocentes hasta convertirlos en robocops programados para contentarse con las promesas de sexo y drogas fáciles y el cine español seguirá siendo una mierda, cara y de diseño.
El éxito ajeno ayuda al propio. Cojones, era obvio. Si cambio de opinión, ya os enteraréis por aquí.

miércoles, 18 de junio de 2008

Alegre canción triste

Smokey Robinson & The Miracles, The tears of a clown, early 70's.

lunes, 16 de junio de 2008

Reon Kadena: Japanese Idol



Eh, quietos ahí. Envainad, bellacos. No, no es porque sea mi novia, pero gracias por preguntar. El post de hoy persigue una humilde reflexión semiótico-visual-epistemológica en torno a los peculiares códigos de un nuevo fenómeno en la industria japonesa del entertaiment, sección teen.
Reon Kadena, aka Kadena Leon, aka Minamo Kusano, nació en Osaka en 1986 y es mayor de edad hace un rato ya. Si a menudo nos quejamos de la dictadura de la imagen como vehículo perfecto para ganarse la vida cómodamente en cualquier ámbito profesional, síntoma inequívoco de la decadencia de Occidente según algunos, chicos, chicas, lo de por aquí es de risa si lo comparamos con lo que sucede en el Oriente Más Lejano.
En la novela El hombre en el castillo, el escritor Philip K. Dick se preguntaba con un notable esfuezo de lucidez cómo sería el mundo si la Segunda Guerra Mundial hubiera concluido con la victoria de las potencias de El Eje. Se imaginaba una Norteamérica administrada por el III Reich en su costa este y por el Imperio del Sol Naciente en el oeste. Con la mejor de sus intenciones y con su incomparable educación, los gobernadores nipones de California habrían promocionado entre sus compatriotas una cultura reverencial por los vestigios identitarios de los antiguos USA, de tal modo que una de las pocas profesiones con vías de futuro en ese mundo sería la de anticuario, comerciando con los restos del pasado esplendor yanki. Los prósperos burgueses japoneses se dejarían sus yenes sobrantes en, por ejemplo, la adquisición de un reloj de plástico con la efigie del ratón Mickey, o coleccionando febrilmente revólveres del far west, burdas imitaciones en la mayoría de los casos. Éstas aficiones y otras análogas se practican en el mundo de hoy, pero la diferencia que subraya Dick en su mundo imaginario es el factor clave que sustenta su novela: esa diferencia radica en la actitud de los coleccionistas. Acoplando su milenaria búsqueda del wu en los objetos dedicados a la contemplación y a la mística espiritual, la valoración que los conquistadores japonenses atribuyen a toda esa serie de baratijas y objetos vulgares de nulo contenido artístico según nuestros propios cánones, propicia un ambiente caricaturesco y obliga a compararlo con la realidad que vivimos como antítesis, con el objetivo de que volvamos a contemplar nuestro entorno cultural como si acabásemos de darnos una ducha fría.
Hoy es muy fácil repetir lo que los libros de Historia dicen que pasó en Japón tras su derrota en la guerra: la sociedad japonesa vivía anclada en la Edad Media, y desde el día siguiente a su rendición iniciaron una transformación que todavía asombra al mundo, ya se convirtieron en los amos de la revolución tecnológica en apenas dos décadas, proeza que no merece la pena pararse a discutir por un quítame esas bombas atómicas.
Los años pasaron y los japoneses se integraron en la comunidad internacional tan felices, convitiéndose en uno de los mejores amiguitos de los americanos, abrazando el capitalismo con su particular mezcla de disciplina y pasión por el trabajo. Como premio extra, les dejamos también nuestros juguetes y ellos los desmontaron y los volvieron a montar a su gusto para gozarlos a tope. Y nuestro juguete favorito es tan natural como el sexo, sólo un poco por encima del deporte, eso en el caso de que no estemos hablando de dos maneras de satisfacer las mismas necesidades en el fondo.
Reon Kadena es una de las máximas exponentes de lo que allí llaman "Idols": jóvenes post-adolesecentes de belleza oriental retratadas al gusto occidental. Este caso concreto aporta además un glorioso par de kawaboongas poco frecuentes en la anatomía femenina japonesa, tarjeta de visita y principal fuente de ingresos de la joven Reon hasta el momento. Las Idols protagonizan películas que el mercado nacional consume con avidez, y consisten simplemente en grabar a las chicas con poca ropa, sin llegar a mostrar sus partes íntimas, pero deleitánose en sus cuerpos al detalle. Un ejemplo de esta exquisita perversión:



Este tipo de piezas, seriadas, son las que se ofrecen al espectador en las películas de la Idol, con títulos como Memories, Dream Planet o Virginity. No se anuncia nada en ellas (como el capitalismo más sensato haría), ni la modelo habla a la cámara para contar su vida o ilustrar las fantasías, y están destinadas al consumo adolescente, no sólo de chicos: las chicas observan la pantalla con el peligroso afán de aprender y compararse con el ideal que ante ellas se muestra. Eso sí, la música de fondo va disfrazada de rollete chill-out pero a mí me recuerda a la del porno en VHS de toda la vida.

viernes, 13 de junio de 2008

Personajes ilustres de la Eurocopa: Slaven Bilic



Todo este rostro, pendiente inculido, corresponde a Slaven Bilic, el seleccionador nacional de Croacia. Con sólo 39 años, es el seleccionador más joven del torneo, y no pongáis cara de sorpresa si os digo que se trata del personaje más popular del momento en su país. Además de haber formado parte del legendario equipo que alcanzó el tercer puesto en el Mundial de 1998 como implacable defensa central -uno de esos que, como dice el argot futbolístico, al terminar cada partido podía montar una charcutería con los miembros cercenados de los delanteros rivales- es toda una rock star del panorama musical croata,como guitarrista de la banda Rawbau.
Ayer su equipo logró la clasificación para cuartos de final al derrotar por 2-1 a la poderosa Alemania -cuyo estilo de juego comparó con el del grupo Rammstein- y supongo que tras esta hazaña las tímidas voces que criticaban la aparente relajación de sus métodos disciplinarios -pidió que todas las habitaciones del hotel de la concentración tuvieran el mueble-bar permanentemente dispuesto- se habrán achantado ya del todo.
Os dejo con el video-clip de la canción para la Eurocopa "Vatreno ludilo" ("La locura del fuego")interpretada por Rawbau y compuesta por el seleccionador-guitarrista Slaven Bilic, nacionalista radical desde siempre, poco interesado en evitar que las croatas croen de deseo a su paso y, según una encuesta reciente, favorito entre sus paisanos de Split para ser el próximo alcalde de la ciudad.



Según mis pequeñas nociones de croata me parece que la letra dice algo así como "a por ellos oé" pero en plan bestia .

jueves, 12 de junio de 2008

Banderas de nuestros papis

Epifanía Raphaelesca

Una noche de verano acudí con una cámara y un micro en ristre a cubrir para mi programa de tv el esperado concierto del maravilloso Raphael maravilloso que se celebraba en los Jardines de Viveros de Valencia. El ambiente estaba inflamado ya que se trataba de la gira de regreso del genio de Linares, que no estrenaba repertorio pero sí un hígado nuevo después de una larga y penosa convalescencia.
Mi plan consistía básicamente en cachondearme de tan extremo personaje y de sus fans, haciéndome el listo y parodiando los casposos tópicos del spanish faranduleo. Armado con una cámara y un micro, ridiculizar a las personas indefensas es el trabajo más sencillo y cobarde que existe. La atmósfera de entrega total que se respiraba, aumentando su intensidad según se acercaba la hora de la aparición de la estrella me daba casi hecha ya mi ruin tarea. Traté de no hacer caso a una especie de sensación epidérmica que sonaba a advertencia de que quizás mi planteamento no fuera el acertado.
Atraqué a gente de todas las edades, pero me acuerdo especialmente de un eufórico trío de jóvenes fans, dos chicos y una chica, que parecían ir vestidos para un concierto de los Pixies. Su portavoz, el más borracho de los tres, condecorado con alguna medalla del vino de los valientes, me contó:
-El año pasado un amigo mío y yo acabamos ciegos perdidos y sin poder pegar ojo en casa de sus padres. Como no sabíamos qué hacer, nos dedicamos a cotillear los discos de sus viejos y tenían un Great Hits de Raphael. Nos lo pusimos para prolongar la juerga y el cd empezaba con "En carne viva" -en este punto, al oír el título de la canción, sus compañeros se me abalanzaron sobre el micro berreando "has amigo el favoooor..." Totalmente descojonado, y un poco a la defensiva al captar mi actitud, el tipo concluyó diciéndome:- Aquello, tío, fue una revelación. Una epifanía.
La organización del concierto sólo nos permitía grabar los cinco primeros minutos del show. Una reluciente orquesta comenzó a sonar atronadora y por un lado del escenario apareció Raphael con su clásica pose de mano izquierda en el bolsillo y balanceo radical del brazo derecho. Se cruzó el escenario dos veces a ritmo frenético sin sentido aparente y al tercer paso por delante del micro se detuvo bruscamente ante él y la música dejó de sonar.
-TU AMOOOR DE NOCHIIIIIE....ME LLEGÓ...
Lo siguiente fueron gritos, aplausos, estruendo. Joder. Aquel arranque me pareció sólo comparable al de los Rolling, con infinitos menos recursos, eso sí. Los seguratas nos echaron sin piedad a mí y al cámara. La verdad es que sólo acumulo cuatro o cinco canciones suyas y tampoco las escucho muy a menudo, pero desde entonces hay una x mental en mi barra de tareas pendientes para recordarme que tengo pendiente completar, cuando surja la ocasión, la singular experiencia de vivir mi propia epifanía raphaelesca.

martes, 10 de junio de 2008

lunes, 9 de junio de 2008

Piensa en verde pero no digas ni pío


La cosa va de analizar la jugada en slow motion.

A los sinvergüenzas de laSexta, sector El Terrat, se les ocurrió la demoníaca idea de hacer un programa a base de pequeñas coñas con los asuntos de la iglesia, ya que sus miembros más destacados llevan una legislatura completa y lo que llevamos de ésta animando el patio con salvajadas verbales muy serias en pro de la verdad, la libertad y la armonía entre los hombres.

El programa conducido por Jordi Évole, "El Follonero", tampoco era nada del otro mundo excepto por el gesto de toparse adrede con la iglesia y con sus preocupaciones terrenales tan peculiares que, como todas, cuanto más descabelladas sean más se prestan a la parodia. No haría falta decirlo, pero mejor lo digo porsiaca, que abundan los practicantes de la fe católica con probado sentido del humor y capacidad autocrítica que cuestionan la línea oficial sin que por ello merezcan que Dios les reserve una plaza de becarios en el Purgatorio cuando llegue el día de presentar su CV en la entrevista de trabajo póstuma.

Las reacciones no se hicieron esperar, tan minoritarias como vocingleras. Ya sabéis: ese pequeño espectro de creyentes a los que al parecer su profunda fe les hace vivir en un estado de perenne mala hostia. Como suele pasar, en lugar de proponer reacciones acordes con la supuesta ofensa, como por ejemplo hacer un programa de chistes sobre ateos y burlarse de quienes no se casan vírgenes, optaron por echar gasolina, con lo cara que está, para inflamar la indignación y que no decaiga, repitiendo argumentos del tipo "por qué no hacen lo mismo con el islam", idea que si la piensas detenidamente hace que se te ericen un poco los pelos de la nuca ya que suena entre líneas un subtexto de "los moros sí que son listos, y nosotros pecamos de mindudis". Así que no quedaba otra que tomarse como algo positivo que sólo decidieran interpelar a los cristianos de verdad a que boicotearan las marcas que se anunciaron en el programa.

Y en eso va y los ejecutivos de Heineken, sector márketing y estrategias de mercado, retiran el patrocinio del programa. Sí, chicos, los mismos que hacen las campañas supercool de la muerte del FIB, festival pío donde los haya. A mí, desde luego, me da igual, pero sólo espero que los que hayan pensado que era conveniente no sólo para su imagen de marca, sino también para el panorama televisivo, hacer caso a las voces que provienen de la oscuridad y del gusto por el tabú retirando su apoyo a una iniciativa de tales características, sepan al menos que actuando de tal modo fomentan un miedo irracional a pillarse los dedos y a coartar las nuevas propuestas, con la probable consecuencia a medio plazo de vaciar un poquito más de contenido a la televisión, cosa que parece imposible pero es desgraciadamente cierta. Tampoco he dicho que la noticia me haya sorprendido demasiado: a mí la Heineken siempre me supo a aguachirli.

viernes, 6 de junio de 2008

Sí, tú puedes (y ellos también)


Parece que Barack Obama tiene un pie en la Casa Blanca. Y otro en la caja de madera, añado.

Cumple los requisitos: político concienciado a la par que soñador, procedente de las minorías, carismático y gran orador, el regreso del sueño americano in person. Ya se va destacando en los notisieros su acusado perfil al estilo de los hermanos Kennedy, de Martin Luther King y aunque no lo he escuchado todavía, su ramalazo a lo Malcolm X también viene en el pack, como atestiguan la foto y su Reverendo Jeremiah.
Aunque la mafia ya lleve años cómodamente instalada en los mejores sillones, aunque él haya pedido una especie de excedencia respecto a los de su raza y aunque a la industria armamentística siga sin faltarle el curro a espuertas, Barack Obama es un caramelo demasiado dulce como para que la industria más todopoderosa sobre la Tierra le deje escapar así como así.
Ya lo estoy viendo: "Barack Obama: The Killing Of A Dream". On Christmas 2010.
Directed by Oliver Stone, of course. Y el guión vendrá con Oscar asegurado para la que haga de Hillary. ¿Nos ponemos con el casting?

Generosidad torpe

Cuando eres el único chico sentado a la mesa con cinco chicas, al contrario de lo que pueda parecer, tu virilidad no está por las nubes. Necesitas otro macho cabrío enfrente con el que chocar los cuernos y compartir toda esa larga serie de esclavitudes testosterónicas. No eres tú, te falta un semejante en el que apoyarte. Por supuesto, no había planeado verme en esa situación: había llovido toda la tarde y mis compañeros de manada decidieron quedarse en casa a última hora. Sentado en una esquina, sólo podía recurrir con urgencia a mis payasadas o a temas profundos para impedir que la conversación derivase a tierras ignotas para mí, aunque calculo que antes de que el camarero se acercase para tomar nota mi presencia en la cena ya se había evaporado.



"Chicas, empezad ya si queréis, de verdad". Estaban todas servidas menos yo, que sólo había pedido un humilde bocata. La chica que tenía enfrente le dio un pequeño bocadito a su quesadilla y me ofreció. Detesto bastante compartir los platos de los demás, me es tan desagradable comer de lo que han pedido otros como que prueben de lo mío, pero había algo sexy en la forma en que la chica me había invitado a que le diese un mordisquito y accedí con gusto. La amiga que tenía a mi lado estaba en pleno frenesí con su recién inaugurado plato -otra quesadilla- y me invitó a que lo probara también. Ahí ya culebreé un poco intentando rechazar la proposición con una sonrisa y subrayando lo obvio, que mi bocadillo llegaría enseguida, pero ella ya tenía un trocito apartado en su plato y sólo me contestó con un seco "¿quieres más salsa?". Y a continuación vino la tragedia que necesito exorcizar gracias a mi nueva condición de blogger.

En la otra esquina de la mesa, en diagonal a mí, se ubicaba la clásica amiga-de-amiga, muy guapa y simpática, que me habían presentado un rato antes. Yo sólo había intercambiado un par de palabras con ella y en esos momentos no sabía ni cómo se llamaba, y mucho menos de qué era el bocadillo que se había pedido. Se me escapa qué clase de deducción le llevó a pensar que ella también tenía que darme a probar de lo suyo, yo no estaba poniendo cara de nada más que de estar esperando a que el camata me sirviera de una puta vez y santas pascuas.

"Mira, pruébalo, te va a encantar, ya verás"...Hundió el tenedor sobre el pan con determinación.

"No, gracias, en serio..."

"¿De verdad que no quieres? Está buenísimo..."

"No, de verdad que no", notaba cómo mi boca iba empequeñeciendo, "además, si ya deben estar a punto de traerme..."

"¿Seguro? Bueno, tú verás." Respiré durante unas décimas de segundo. "Ay, que no, pero si ya casi he cortado un trocito, hombre..."

En ese punto sospecho que ella ya sabía que estaba haciendo el ridículo, y su única salida era arrastrarme a mí también. Calculó muy mal el trozaco que me pensaba servir, casi una tercera parte del total que venía hacia mí en posición incomodísima y, mientras el estómago se me cerraba, miré a mi alrededor buscando ayuda pero el resto de las chicas seguían a lo suyo, con sus quesadillas y sus salsas, desentendiéndose por completo. En cambio, a mí me daba la impresión de que el resto del local, y la humanidad entera, estaba mirándome con regocijo y detenimiento.

El objeto siniestro flotaba inerte en el centro de la mesa, lo tenía a las once en términos aeronáuticos. El pan se abría por los extremos y cosas negras caían sobre el tapete a un ritmo enfermizo. Me incorporé hacia él abriendo las fauces resignado, la coordinación fue nefasta y sólo abarqué la mitad de la ofrenda. El resto se desparramó por el mantel mientras el camarero esperaba de pie a que le despejara un sitio donde dejar mi bocadillo.

Lo partí por la mitad y me lo comí con las manos sin ofrecérselo a nadie.

jueves, 5 de junio de 2008

Esto es glam y no Alaska


Filósofo sufí hoy, genio entrañable siempre, Franco Battiato en sus tiempos coqueteó con el glam, aunque puede que el coqueteo no fuera totalmente recíproco. Hace poco tuve el placer de disfrutar de su música in live e incluso de saludarlo en persona, y además necesitaba subir una imagen al blog para aprender cómo funcionaba la cosa. Este cromo estaba olvidado en mis archivos y he sido incapaz de resistirme.
Pelazo de star, expresión de "tú que miras?", lupacas faraónicas, dedo meñique como huyendo en un renuncio y si mis ojetes no me engañan, yo diría que el pantalón es un ¿homenaje? a las Barras y Estrellas.
Forastero que buscas la dimensión insondable, io ti amo.

Pasen y vean

¿Por qué no te haces un blog?- desde el día que escuché la palabra por primera vez me he encontrado esta pregunta con frecuencia. Me explicaron qué era, no lo entendí bien y aún tardaría bastante en comprenderlo .

Por supuesto, era tan ciber-ignorante que creí que para dedicarse uno mismo una web a su salud debería tener algún motivo externo, útil, necesario, yo-que-sé...

Primero pensé lo mismo de los teléfonos móviles. Después vino el correo electrónico. Más tarde el chat. Joder, la vida cambia, cada vez más rápido y en estos términos. Hacerse un blog, ahora, es ya casi antiguo.

¿Por qué no te haces un blog?- la última vez la cuestión me asaltó en plena partida al Buzz, y no salía en la pantalla del juego. Gané gracias a mi condición de maestro en conocimientos perfectamente inútiles, me sabía casi todas las respuestas, pero ésta estaba entre las que no.

Puede que lo averigue ahora. Espero que mientras dure al menos sea divertido, para mí y para los que pinchéis esta dirección. Y de lo que paso totalmente es de hacerme un facebook. Por mucho que lo piense, no se me ocurre para qué.