viernes, 12 de junio de 2009

Futbotrices

Todo hombre de verdad sabe que no hay ninguna sensación más comparable al orgasmo que un gol decisivo de su equipo de fútbol. Su equipo, no en el que juega, sino en el que paga por ver y dejar libre al cavernícola irracional que al despertar todavía sigue aquí. Y por eso, hay quien dice que la sensación que produce ver a tu futbolista favorito, una estrella mundial luciendo orgulloso el uniforme de tu club, se manifiesta en la misma zona del córtex cerebral donde reside la emoción de ver a tu chica desnuda en la cama.

Siempre se supo que los goles cuestan billetes, pero corría el verano virginal de 1996 cuando muchos (de un tiempo, de un lugar) lameteamos por primera vez el lado marrón del asunto. Sí, nos abandonaba. La rescatamos de su tierra cuando no era nadie, la tierra de la guerra sangrienta, y durante unos años nos hacía de todo para nuestro placer, includos varios goles desde el centro del campo, el cumshot total que ni siquiera te atreves a contar a tus amigos para que no te odien. Y se iba con ése, el puto pijo facha, el chulito del insti, el del papá que le obligaba a ir a misa de 12. De mi jardín podías cortar cualquier rosa menos esa, díjole la Bestia a la Bella, puta desagradecida, añadió Bunbury.


Grrrraaaaaaaaghr!!!!

Lo que no mata, endurece y aumenta los triglicéridos. Bienvenidos a la vida. Pasaron los años, fuimos campeones dos veces, con héroes venidos de áridas tierras de labriegos como Benejúzar, Caravaca de la Cruz, La Pobla Llarga. Dos ligas con un par, eso sí que tiene mérito y le da sentido al Universo. Y con amor, porque aquellos muchachos nos dieron lo mejor de sí mismos a nosotros y a nadie más jamás nunca.

Ahora que a los murciélagos sólo nos queda el placer del voyeurismo, hemos babeado con la máxima expresión futbolística que se recuerda. Los mágicos bajitos, las combinaciones más rápidas que el pensamiento, El Cantar De La Victoria Total, La Máxima Justicia Poética. Criados en la reserva blaugrana, instruidos en el amor a unos colores y dirigidos por un símbolo, un Capitán América pero que existe de verdad, templao y sexualmente ambiguo. ¿Quién puede dar más?


Ays, mami, ¿seré algún día la putilla más cara del mundo?

Y en eso, llega un constructor. Vendrá la muerte y tendrá tus ladrillos.

¿Qué rabia hay que tener? ¿Qué frustración sexual? ¿Ese payaso dónde ha estudiao? Nada, que lo gane todo, que se lo den, que se lo ha pagado. Hale nene, la pelota es tuya, cállate la puta boca y juega tú solito, guapo. No, en serio: ¿si gana algo se creerá un ser superior? Estas formas, ¿no son como perder ya de antemano? "Vosotros tenéis sacrificio y talento, pero yo mira qué chequera".


Bueno, no puedo negar que llevo meses sin contestar al teléfono ni al timbre por terror a mis acreedores, y que tú te mereces algo más que sopas de pan. Zorra viniste, zorra te irás.

Reconozco que ya me entran ganas de que empiece la temporada. Han pagado un precio tan vergonzoso por ganar, que la posible victoria tendrá menos sabor que un huevo duro sin sal e hidrofilizado. Ja, pero como no ganen...

...como no ganen...

...yum yum yum.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy bueno.

BT

Juan Antonio dijo...

Muchas gracias!