lunes, 9 de noviembre de 2009

MiniZeitgeist

Todavía era un crío el gran día en que una luz cegadora me deslumbró y me hizo caer del caballo, exactamente por el lado contrario que lo hizo San Pablo. No me acuerdo cómo lo racionalizaría, a saber, pero algo me dijo que aquellos señores que presumían de bondad intachable y que decidían en nuestro lugar e incluso en el de nuestros propios padres lo que según ellos era lo mejor para nosotros, apestaban a caterva de hijoputismo concentrado. Aunque no me importe reconocer que a más de uno todavía lo recuerdo con cariño -seguramente por el potente síndrome de Estocolmo infantil-, el tiempo y la observación me acabaron por arrastrar a la conclusión de que esa peña quiere lo peor para todos, menos para ellos. No abortes, jódete por haber disfrutado de la vida, desespérate y confía en que cuando tus constantes vitales enmudezcan por fin, ya podrás pasártelo chachi, palabrita del Niño Jesús. Cuanta más desgracia, más posibilidades de sembrar con éxito la oscuridad.

Y en estos momentos se están celebrando los actos conmemorativos de la caída del Muro de Berlín hace 20 años;hace pocas horas, Obama ha conseguido la luz verde para su proyecto de sanidad gratuita para todos, después de haberse dejado su indefinida piel tratando de demostrar que la salud de las personas no es un bien de mercado apto para las especulaciones bursátiles; y si me pongo estupendo ya del todo, pienso y además me mola lo bonito que sería que estuviéramos ante el primer paso serio de una perestroika capitalista como hace poco anunciara el viejo Gorbi. Pero resulta que dicen que Obama recibe una media de más de 30 amenazas de muerte diarias, y parece ser que a Bush esto no le pasaba, y que en la antigua Mesopotomia gobierna la oscuridad religiosa, dedicándose más que nada a hacer la culebra silenciosamente para conseguirse un pepinazo atómico a estas horas, y a diferencia de lo que pasaba en la entrañable Guerra Fría cuando el desastre total, por mucho que llegara a pender de un hilo, era una cuestión de ideologías, hijas más o menos bastardas de la razón, aquí, por desgracia, volvemos a hablar de religión. Y no dejo de pensar que estos tronados cuando tengan delante el cacharro listo para consumir, lo adorarán como si fuera la mismísima Polla de Alá y la querrán probar contra nuestros ortos deleitándose en el sagrado desgarro.

Entre tanto la vida sigue, indefinidamente para los que seguimos en ella, y si un mal día nos da un jamacuco probablemente no llegue una ambulancia a tiempo porque no quede pasta para ampliar los recursos de asistecia ciudadana, ya que parte de ella se la ha llevado aquél por el detalle de los trajes, el otro por hacer ciencia ficción en vez de telediarios y su zorrita preferida por marcar tetas en un programa de karaoke entonteciendo al personal que se deje. Y abres las páginas de cultura y aparece la otra toda glamurosa en Roma presentando su último y carísimo zurullo matutino esperando que los pelotas sin alma le digan que huele a Chanel n.5 y diciendo que el crucifijo es un icono pop.

Y a todo esto, justo hoy hace un año que me despedí para siempre de la buenísima mujer que me trajo a la fiesta, y ya ni siquiera puedo decirle que me he dejado los porros.

jueves, 17 de septiembre de 2009

Jacko, Webster...

Jacko y Webster.



Jacko, Webster y Don King.



Jacko, Webster y Brooke Shields.



Webster y...

martes, 18 de agosto de 2009

...lo hacen por ti.

Hoy he abandonado las arrugadas y sudorosas sábanas veraniegas dispuesto a dedicar el día al cuidado de la salud. A emplearme un poco en el supermercado y en la cocina, con la misión de alimentarme correctamente y acallar un poco la mala conciencia -dos términos redundantes.

Me he aplicado preparándome una sana (eso dicen, creo) vichysuisse (¿se escribe así?) de patata, leche y media cebolla cuando, ya todo hervido, a la hora de triturar me he dado cuenta de que había olvidado comprar nata. Durante unos segundos he pensado que le dieran mucho por el culo a la nata porque total, el único que se va a deglutir aquello soy yo y entonces qué más da...Pero no, sin que sirva de precedente se me ha impuesto la cordura y he decidido que bajar otra vez al super tampoco cuesta tanto.

Y ha sido al subir, al abrir la puerta de casa cuando el aroma a guiso que venía de la cocina me ha paralizado un poco. ¿Cuánto tiempo hace que ya no me recibe así mi hogar? Todavía no ha pasado un año, pero a veces parece mucho más. Otras veces menos, también es verdad. Pero ese aroma a cuidados, a fogones bien empleados, ya sólo es un simulacro, una metadona vacía del alma maternal, que he recordado como un alma que casi se pudiera tocar con los dedos. Esos aromas ya no tendrán nunca la misma calidez incondicional. Aunque en algún momento del futuro tengan otros ingredientes, nuevos valores, por supuesto no tan incondicionales, la experiencia nunca más será la misma en mi vida.

¿Qué es la vida sino un camino hacia la muerte? Lo único que varía es la velocidad que lleva cada uno. Y cada vez que se va un ser querido, cada entierro al que asistimos de alguien que para nosotros haya significado algo, dejamos una parte nuestra detrás de la lápida o mezclada entre las cenizas. Por mucho que suene a lugar común, no por eso deja de ser verdad. Las campanas doblan por ti...

...Pero por ti, ¿eh? No lo dudes.

sábado, 15 de agosto de 2009

Dos antipáticos judíos de Brooklyn


Woody y Larry: un angustias y un mala leche.

Dice Larry David que en la vida real no es como su alter ego de ficción. Miente como un bellaco, y además se le pilla a la primera. En palabras de su ex mujer, una conocida activista medioambiental en los EE.UU. -y un coñazo de tía, deduzco: "Lo primero que hizo después de firmar los papeles del divorcio fue ir a destrozar el jardín".

Ya está al caer en nuestro país la colaboración de ambos genios de la comedia. Whatever works se ha traducido aquí como Si la cosa funciona, y lo haga o no, iremos a verla, pero después de practicar la necesaria moderación de nuestros entusiasmos. Aunque la verdad, yo hubiera preferido mil veces que se estrenara un making off del rodaje. Según cuenta el mentiroso de David, le rogó a Allen que se olvidara de la idea de trabajar con él, no sólo por su odio a todo lo que implica el concepto "trabajar", sino porque tampoco tenía ganas de someterse al lamentable escrutinio de la lamentable masa que acude con estúpida puntualidad a ver las películas de Allen. "¡Eres el peor actor con el que he trabajado!", estalló el director en una jornada del rodaje "¡Ya te lo dije!", replicó el creador de Seinfeld.




Trailer (con presentadora petarda incluida) aquí. Y muy cerca, la película completa, pero fraccionada y sin subitular, por si queréis verla de pena en la pantalla de vuestros ordenadores y decirlo luego por ahí para sentiros unos piratones listillos de puta madre. Yo paso, pagar en taquilla de vez en cuando me sienta hasta bien, y me levanta el ánimo. Qué.

lunes, 20 de julio de 2009

Cosas que he traído de Madrid

El tema Mondo Groovy de los mexicanos Plastiko. Reconozco que no termina de ser mi onda, güeys, pero sólo digo que le presten un poco de atención no más porque está chido y porque refleja bastante bien el ambiente de la casa que me acogió la mayor parte del tiempo.



Puede que lo que viene a continuación suene viejo (en todos los sentidos), pero yo no lo conocía y me avergüenza admitirlo. Con todos ustedes, la profunda reflexión de El Fary respecto al hombre blandengue. Nótese que como ocurre con todos los grandes pensadores, el Fary tampoco es inmune a las contradicciones propias de los dicursos complejos.



Descubrí en el Thyssen (el museo, no el ascensor) las alucinantes estampas de Richard Estes,y me regalaron una al módico precio de 10 euros ("la baronesa tiene el día tonto", pensé).







Y aunque ya contaba con referencias muy fiables, mi amor verdadero por las canciones de Eli "Paperboy" Reed & The True Loves puede decirse que se ha culminado en Madrid. La imagen es de calidad bastante chungueras, pero el audio no está mal y la canción es mi favorita hasta la fecha de este joven blanco con la voz y el alma negras y prodigiosas.



También traje conmigo un quemazo en primer grado del tubarro de la moto macarra del Pere, y doy fe de que no he sido la única víctima; un cumpleaños total, comandado por el Rey de La Latina in person y con antológico desenlace al raso en plena Plaza Mayor (y birras a 7 euros cuando ya no podíamos decir que no, ay Madrid, Madrid); y un encuentro fugaz, rejuvenecedor y chévere en el Costello.

Total, que muy bien.

miércoles, 8 de julio de 2009

viernes, 3 de julio de 2009

Memories

"Eres un tío al que le han pasado muchas cosas", me dijo un gran amigo hace ya seis o siete años una tranquila noche entre semana, y me acuerdo tan bien que sé que estábamos en un sitio tan poco memorable como una horchatería muy cerca de aquí. Para mí fue un gran momento. Sonará mal, pero mi amigo tenía toda la razón. Ya para entonces me habían pasado muchas cosas fuera de lo común, porque a eso se refería él. Más cosas extraordinaras buenas que cosas extraordinarias malas, vale, aunque reconozco que tampoco por goleada. Pero eso daba igual, que fueran buenas o malas: sólo importaba que no fueran comunes ni corrientes, como sostener en el aire a una ex modelo politoxicómana crítica que se precipitaba al vacío desde el piso de arriba de una discoteca mientras se estaba enrollando conmigo. Me parece que me reí un poco y tardé en contestarle que sí, que era verdad que me habían pasado muchas cosas, porque ahora me da la impresión de que en la fachada de mi cerebro o de mi espíritu o de mi mente, en ese instante, por primera vez se iluminó un cartel de neones que se encendían y apagaban, como los que las grandes estrellas del espectáculo ponen en sus escenarios y que decía "CONSEGUIDO". This is it. Nada me obligaba a dejar de ser ingenuo.

Me han pasado cosas muy poco fuera de lo común y, lo juro, muy fácil. Firmar avergonzado mi primer autógrafo en un flyer. Levantarme y acostarme obsesionado por la iconología, que es distinto a la iconografía. Enamorar a la vecina pelirroja cañón. Presentir yo sólo que mi madre se moriría aquella misma semana. Beber gratis casi siempre, antes por fama e interés, ahora por un gran cariño. Suspender repetidamente dibujo, gimnasia y religión.Tener un Stormtrooper regalo de un admirador, porque sabía que me haría ilusión y también porque él tenía otro. Que el 86,7% de las llamadas que recibo empiecen con un "perdona, ¿estabas durmiendo?". Que mi padre en vez de "bebidas isotónicas" dijera "bebidas esotéricas". Que ayer mismo me lo pasara de la hostia jugando al Subbuteo con otro gran amigo. Vivir en una casa okupada por la tristeza. Que la chica más bonita del campus me pidiera que le dijera algo sólo por oír mi voz y comprobar que yo era yo. Haber leído cuatro veces ya "From Hell". Que me dejaran por alguien que, atención, decía que era un cruce entre Matt Dillon y yo. Disfrutar de que los habitantes de mi vida sean todos unos personajes mientras yo no sepa aún cuál es el mío. Escribir ciego en el blog.

El tiempo pasa y pasa, dicen que como una ilusión, como una maleta que hay llenar con lo que más te guste pero ojo, no olvides que te puedes aburrir de mirar su contenido y acabar despreciándolo, y eso si no te pasa lo más normal: que de repente se esfume. Porque aunque parezca mentira el tiempo se acaba, y sólo nos podemos defender de él con nuestra pequeña voluntad. Pero qué se le va a hacer, el tiempo cambia a traición. El tiempo, en realidad, parece una traición permanente, y cada uno es el resultado de lo que el tiempo hace con él más que de ninguna otra cosa. "El carácter es el destino", dijo Boris Vian y claro, ni tú ni yo lo sabemos, pero si no tenía razón por lo menos suena como que se quedó cerca.

viernes, 12 de junio de 2009

Futbotrices

Todo hombre de verdad sabe que no hay ninguna sensación más comparable al orgasmo que un gol decisivo de su equipo de fútbol. Su equipo, no en el que juega, sino en el que paga por ver y dejar libre al cavernícola irracional que al despertar todavía sigue aquí. Y por eso, hay quien dice que la sensación que produce ver a tu futbolista favorito, una estrella mundial luciendo orgulloso el uniforme de tu club, se manifiesta en la misma zona del córtex cerebral donde reside la emoción de ver a tu chica desnuda en la cama.

Siempre se supo que los goles cuestan billetes, pero corría el verano virginal de 1996 cuando muchos (de un tiempo, de un lugar) lameteamos por primera vez el lado marrón del asunto. Sí, nos abandonaba. La rescatamos de su tierra cuando no era nadie, la tierra de la guerra sangrienta, y durante unos años nos hacía de todo para nuestro placer, includos varios goles desde el centro del campo, el cumshot total que ni siquiera te atreves a contar a tus amigos para que no te odien. Y se iba con ése, el puto pijo facha, el chulito del insti, el del papá que le obligaba a ir a misa de 12. De mi jardín podías cortar cualquier rosa menos esa, díjole la Bestia a la Bella, puta desagradecida, añadió Bunbury.


Grrrraaaaaaaaghr!!!!

Lo que no mata, endurece y aumenta los triglicéridos. Bienvenidos a la vida. Pasaron los años, fuimos campeones dos veces, con héroes venidos de áridas tierras de labriegos como Benejúzar, Caravaca de la Cruz, La Pobla Llarga. Dos ligas con un par, eso sí que tiene mérito y le da sentido al Universo. Y con amor, porque aquellos muchachos nos dieron lo mejor de sí mismos a nosotros y a nadie más jamás nunca.

Ahora que a los murciélagos sólo nos queda el placer del voyeurismo, hemos babeado con la máxima expresión futbolística que se recuerda. Los mágicos bajitos, las combinaciones más rápidas que el pensamiento, El Cantar De La Victoria Total, La Máxima Justicia Poética. Criados en la reserva blaugrana, instruidos en el amor a unos colores y dirigidos por un símbolo, un Capitán América pero que existe de verdad, templao y sexualmente ambiguo. ¿Quién puede dar más?


Ays, mami, ¿seré algún día la putilla más cara del mundo?

Y en eso, llega un constructor. Vendrá la muerte y tendrá tus ladrillos.

¿Qué rabia hay que tener? ¿Qué frustración sexual? ¿Ese payaso dónde ha estudiao? Nada, que lo gane todo, que se lo den, que se lo ha pagado. Hale nene, la pelota es tuya, cállate la puta boca y juega tú solito, guapo. No, en serio: ¿si gana algo se creerá un ser superior? Estas formas, ¿no son como perder ya de antemano? "Vosotros tenéis sacrificio y talento, pero yo mira qué chequera".


Bueno, no puedo negar que llevo meses sin contestar al teléfono ni al timbre por terror a mis acreedores, y que tú te mereces algo más que sopas de pan. Zorra viniste, zorra te irás.

Reconozco que ya me entran ganas de que empiece la temporada. Han pagado un precio tan vergonzoso por ganar, que la posible victoria tendrá menos sabor que un huevo duro sin sal e hidrofilizado. Ja, pero como no ganen...

...como no ganen...

...yum yum yum.

martes, 9 de junio de 2009

In my craft or sullen art

In my craft or sullen art
Exercised in the still night
When only the moon rages
And the lovers lie abed
With all the griefs in their arms,
I labour in singign light
Not for ambition or bread
Or the strut and trade of charms
On the ivory stages
But for the common wages
Of their most secret heart.

Not for the proud man apart
From the raging moon I write
On this spindrift pages
Nor for the towering dead
With their nightingales and psalms
But for the lovers, their arms
Round the griefs of the ages,
Who pay no praise or wages
Nor heed my craft or art.




Dylan Thomas (1914-1953)

En mi oficio o arte sombrío
Ejercido en la noche silenciosa
Cuando sólo la luna se enfurece
Y los amantes yacen en el lecho
Con todas sus tristezas en los brazos,
Junto a una luz cantarina yo trabajo
No por ambición ni pan
Ni por ostentación ni tráfico de encantos
En escenarios de marfil,
Sino por ese mínimo salario
De lo más recóndito de sus corazones.

No para el hombre soberbio
Apartado de la rabiosa luna escribo
Estas páginas de efímeras espumas
Ni para muertos encumbrados
Entre salmos o ruiseñores
Sino para los amantes, para sus brazos
Abarcando las penas de los siglos
Que no elogian ni pagan
Ni hacen caso de mi oficio o arte.


Actualización: Mezclando de aquí y de allí, el traduttore tradittore que ha perpetrado ésta versión soy yo.

domingo, 7 de junio de 2009

Por el camino de Silvio

Si yo hubiera tenido esta misma edad a finales de los años 50, seguramente habría opinado lo mismo que Roberto Rossellini respecto al nuevo invento de la televisión: que gracias a ella se podría poner al servicio de los ciudadanos conocimientos reservados históricamente a muy pocos hasta ese momento, y así estaríamos más cerca de la consolidación de la igualdad, la justicia y el verdadero respeto por el prójimo. Embriagado por el afán, Rossellini declaró que nunca volvería al cine y que se dedicaría a la tele por completo. El paso de las décadas y el cambio de siglo hace que ahora nos resulte obvio lo poco que duró el gran director italiano en el mundo de la televisión.

Salió de la tele Rossellini; unos años más tarde, entró Silvio.

Y es que Silvio iba con los tiempos, para qué negarlo. Tras acumular una pequeña fortuna(comparada con la que vendría después)en el mundo de la construcción-especulación, su olfato le llevó al fútbol y al negocio de la comunicación. El viejo pan y circo latino, da rabia verlo tan fácil y tan de toda la vida. Lo que pasa es que la arena estaba en los hogares de la gente, y en lugar de sangre lo adecuado era llenar ese espacio con naderías y tías buenas como perfecta cortina de humo tras la que seguir dedicándose de verdad a lo suyo. El éxito no sólo fue aplastante, sino también exportable al resto de países vecinos. Silvio marcaba el paso que, a la vez, seguía el de su estirpe imperial: al igual que Tiberio le confiesa a Calígula en la película de Tinto Brass, no fue la pura ambición la que llevó a acaparar el poder, sino que lo necesitaba para salvar la vida y no morir a manos de sus rivales. Silvio debía elegir entre asaltar la presidencia de la república o, probablemente, acabar en la cárcel.

Y lo logró, repetidamente además, gracias al discurso (o a la ausencia de él) "todos queréis ser como yo".


Viva el mercado libre y auterregulado.

Con la excusa de que los funcionarios son unos vagos y no dan ni chapa, en la mayoría de las democracias se desmantelaron los resortes del Estado y, cómo no, en la tarea Silvio se llevó la palma, promulgando leyes su medida, leyes que incluso sólo valen para él. Que lo importante es la familia, y los padres y madres con hijitas de buen ver se las ofrecen con ansia. Que la única religión verdadera es la católica, y los curas se mantienen, como siempre, calladitos también cual putas. Y nada más, oiga, que somos los mejores y punto.

Hoy estábamos llamados a las urnas y casi no ha ido ni Blas. La cochita tá mu mala, y en los estrados sólo vemos a peña berreando histérica, diciendo gilipolleces como pianos y acabamos sospechando que para lo único que quieren el poder es para pasárselo tan guay como Silvio. Algunos en plan chorizo de tebeo, capaces de cualquier estupidez, por grave que sea y a gente que afecte, con tal de ahorrarse la pasta para los trajes. Y así seguimos, preparando a conciencia el terreno para que, cada vez más pronto, aparezca otro iluminado de espíritu y verbo incendiario y nos la líe, casi con total certeza para peor, para mucho mucho peor. Aunque sólo sea por exclusión, la democracia está bien, o desgraciadamente casi habría que decir "estaba", antes de caer rendida, pero contenta y bien follada, a los pies del amiguismo.

lunes, 1 de junio de 2009

Malas compañías

Entre mi infinidad de pasiones arrebatadoras, jamás se contó la de la jardinería. Pero durante los últimos años de su vida, a mi querida madre le picó ese nosequé jardinero y llenó los rincones de la terraza con unas cuantas macetas,un par de ellas bastante grandes, con diversos tipos de flores. Yo sólo tengo identificados a los jazmines, porque me gustan sus aromas nocturnos y me traen bonitos recuerdos de mi infancia campestre y chaletera.

Inconsciente como soy, pasaron más de dos meses desde el fallecimiento de doña Puri antes de que llegase a reparar en que sus estimadas plantas se estaban poniendo feas y pochas. "Normal", pensé, "que se jodan, como yo", fue mi primer impulso ante el triste espectáculo que daban. Hasta que un buen día -segun se mire-, me dio la impresión de que muchas aún se podían rescatar y empecé a regarlas, aunque sólo fuera para honrar la memoria de su dueña. Ciertamente, debido a mi nula experiencia en la materia, descubrí el significado de lo agadecidas que son las plantas si se las trata con mimo: en muy pocos días salían coloridos capullos, reluciendo al sol de la terraza, y me iba entrando un subidón jardinero que me sorpredía agradablemente. Hasta el día en que.

La otra tarde me iba dejando llevar por estas nuevas sensaciones y estudiaba detenidamente por mi cuenta y riesgo la mayor de las macetas -muy grande y redonda, seguro que tiene un nombre concreto que ignoro-, precisamente la de los jazmines, localizando cuáles eran las malas hierbas y haciéndome el ánimo de pillarme unos alicates y arrancar hierbas que tenian mal aspecto y que parecían agarrarse a los tallos principales, dejándome seducir, en resumen, cuando al coger con mis manos desnudas uno de esos hierbajos chungos y apartarlos un poco por ver qué pasaba, un ruidito horrible precedió a la aparición en mis mismas narices de un puto lagarto hijo de la gran puta que me miraba a los ojos y se puso a correr endemoniado y tuve que coger mi corazón al vuelo y metérmelo en la boca otra vez para que volviera a latir en la caja torácica.


Josuaaaaaaaaaaaaaa!!!!

Ni lagartija ni dragoncito ni hostias: eso era un pedazo de lagarto, pero desde la "l" hasta la "o". Este pasado fin de semana han caído un par de chaparrones aislados, y con ellos he dado a las plantas por regadas. Pero hace un rato, con el calor de hoy, mi compromiso con ellas me ha hecho salir y refrescarlas cuando, a las primeras de cambio, ya ha saltado el puto lagarto de los cojones y, afortunadamente, como la otra vez, ha emprendido la huída hacia la terraza de la vecina. De momento, parece más cobarde que yo. Pero puede que sólo sea cuestión de tiempo, hasta que me pierda el respeto. ¿Dejará huevos por ahí y se me llenara la terraza y algún día la casa de estos seres que mejor que no existieran? ¿Cómo se puede matar sin que dé un asco repugnante y asqueroso? ¿Tendré que aplicar la eutanasia pasiva a las plantas?

Con lo bonitas que son las flores y lo que me espeluznan estos bichejos. Todo tiene su cara b, y por mucho que lo sepamos, hay que ver cuánto cuesta a veces aceptarlo.


Que mira que no, que fuera, largo, que te pires, humo.

La jardinería y yo: lagarto, lagarto.

viernes, 29 de mayo de 2009

Gary va camino de la silla

Gary Gilmore aprovecha restos de papel higiénico para hacer una minúscula hoguera; sobre el fuego coloca una pequeña porción del papel de aluminio que envolvía las patatas asadas que les sirvieron para comer; un vaso de plástico con agua para calentar y poderse hacer con ella un café en su celda de la vieja prisión de Utah. Para mayor seguridad, horada dos pequeños agujeritos en el vaso a fin de atravesarlos con un hilo cortado de su ropa y, a modo de cordel, sujetar el vaso mientras el agua alcanza la temperatura deseada. Gibbs, su compañero de reclusión, le observa con curiosidad fumando un cigarrillo tras otro y, como era de esperar, el cordel se rompe entre los dedos de Gary y el asesino se queda sin su imposible café.


Norman Mailer, autor de La canción del verdugo.

Gibbs se parte de la risa.

Gary no se deja ayudar, y apenas tiene posibilidades de evitar que le caiga una sentencia de homicidio en primer grado, en el primer juicio correspondiente a uno de sus dos asesinatos. La condena es la silla eléctrica. Gary vive su sórdido amor por su novia Nicole en el interior de la prisión, y eso parece impedir que se dé cuenta de que lo van a freír, que la cosa está así y no de otra manera, que a finales de los 70 entre aquellas montañas, los mormones que las habitan, se toman muy en serio ese cuento de que la pena de muerte es la mejor medida para disuadir a los criminales.

Y Gary ni siquiera dejó que le diagnosticaran demencia, por una extraña y sombría concepción propia de la dignidad.

lunes, 18 de mayo de 2009

El Atlas de los Nombres Verdaderos

País de los Conejos, Detrás de la Garganta, Pastos, Rayos y La Sana. El significado etimológico original de las regiones del mundo al desnudo.



Razón aquí.

lunes, 4 de mayo de 2009

Tupperfelicidad

Saciada la sed de sangre después de las guerras mundiales y equilibrado el poder nuclear de las dos nuevas potencias dominantes, los años 50 arrancaron bajo un férreo orden mundial y una plomiza estructura social, también a este lado del Telón de Acero. Con la vergonzosa excepción de la cateta piel de toro ensotanada, en el resto de occidente aquella inflexible compartimentación de los opresivos roles familiares sabemos de sobra que acabó estallando significativamente por iniciativa de los hijos, que ante el gris panorama vital que se les ofrecía, desobedecieron y patalearon y se revolvieron gracias a la estruendosa irrupción del rock. Pero apenas unos pocos años antes de que Alan Freed dijera "Rock And Roll" en el canónico 1956, algo se movió con mucho más sigilo, procedente de la cocina, y tan endemoniadamente práctico que poco tardó en hacer su singular y plastificado ruido: los productos Tupperware.

Earl S. Tupper se dedicaba a diseñar cosas que no existían y que en su mayoría nunca lo hicieron, como (atención) un peine-navaja retráctil, porque nadie había dicho que defenderse cuerpo a cuerpo y salir fetén de la refriega fueran dos objetivos incompatibles. Por la cosa de la época, el audaz Earl todavía no había descubierto su vellocino de oro y de pronto tenía una mujer e hijos a los que alimentar. Durante un corto período pasó a ocupar su insignificante engranaje dentro del sistema industrial cuando un día cambió su vida y la de millones de personas contemporáneas y futuras al fijarse en el poletileno puro , un plástico de reciente creación y pensar, él y sólamente él, que debería existir un modo de moldear aquello y darle forma a su voluntad.


Earl S. Tupper: gran vista para los inventos, miope para las ventas.

Poco tiempo después patentó la marca de productos Tupperware destinados a la conservación de alimentos, ya que aquellas cajas de poletileno tenían el superpoder de envasarse al vacío y aislar en buen estado cualquier cosa que se almacenara en su interior. El éxito en su empeño fue discreto durante los primeros años en que las tiendas habilitaban un rincón de sus escaparates para mostrar aquellas cajas de plástico coloreadas. Bien entrada la década de los 50, una mujer de un pasado extraño, ya que tenía que trabajar fuera de la cocina de su casa, y además quería hacerlo, se fijó en los Tupperwares y pensó: "Eso está muy bien, pero para que se venda como se merece, su utilidad necesita ser demostrada". Esa señora se llamaba Brownie Wise (¿"Pastelitodechocolate Sabio"?).

Brownie había trabajado hasta entonces en la Stanley Home Products, también una pionera de la venta de productos en casas, con el método que hoy conocemos como puerta fría. Su instinto femenino le prometió que a esa técnica de márketing directo todavía le quedaba dar un paso más, cruzar el umbral de la casa con falda, medias, tacones altos y una sonrisa, y reunir a amas de casa entre tés y cafés para darles a conocer un descubrimiento que mejoraría el cuidado de sus familias, la mejores del mundo cada una de ellas. Vender entre charlas sobre cómo va la cosa, cotilleando sus movidas y, sobre todo, y bendita sea,vender sin presionar al cliente. Habían nacido las reuniones Tupperware.

Y en cada reunión, más de una señora casada se iba a casa con sus tuppers, pero anhelando en su pecho querer ser como Brownie, tener algo que hacer para ayudar a sus homólogas, salir de la cocina, ocupar su tiempo con alegría pero,vaya, con el grave inconveniente añadido de llevar dinero a casa, qué dirá mi marido si se enteran sus compañeros de trabajo. La mecha se prendió y el fuego corrió rápido: Tupperware empezó a generar ingresos por encima de las mejores expectativas y Brownie empezó a controlar toda una legión imperial de vendedoras Tupperware.



Brownie en sus glory days

Su lema para la Historia fue "si mejoramos a las personas, ellos mejorarán el negocio", aunque sabemos que la Historia tiene infinidad de defectos, y uno de ellos es lo mucho que tiende a olvidar. Los días de abundancia de trabajo y dinero parecían no tener fin para Brownie, tanto que estableció un cuartel general Tupperware en la soleada Florida, donde cada año se celebraban las Fiestas de Aniversario a las que acudían vendedoras acompañadas de sus maridos desde todos los rincones de Estados Unidos. La flamante vicepresidenta y directora de ventas no perdía detalle y, como si se tratara de una alumna aventajada de Freud y Carl Gustav Jüng, construía cada año un reino ideal a la medida de sus chicas y materializaba el mundo de colores que las amas de casa también tenían derecho a fantasear en silencio, a su gusto. Canciones infantiloides y maridos disfrazados de marujas por un día incluidos.

La celebridad de Brownie creció vertiginosamente, hasta el punto de ser la primera mujer que apareció en la portada de Bussiness Week, la más prestigiosa revista de negocios del momento. Pero no todo lo que trae la relevancia es bueno, ni siquiera productivo: pronto empezaron a aflorar los chistes, a cuál más humillante y cruel, y a ningún hombre le hacía sentir cómodo el poder que una mujer como Brownie comenzó a amasar. Y a Earl S. Tupper menos que a nadie. En respuesta a una petición por parte de Brownie para aumentar el stock de un modo acorde a la inmensa demanda, Mr. Tupper le respondió: "ser directora de ventas significa dirigir las ventas, no sólo vender" , porque para Tupper era bien sabido que a una mujer las cosas importantes había que explicárselas así. Pero, por supuesto, no todas las cosas importantes: el jefazo ya tenía sobre su mesa una oferta de una multinacional para comprarle la empresa por la barbaridad de 16 millones de dólares. Por mucha pasta junta que fuera, a Earl compartirla con alguien le daba ese nosequé que les suele entrar a grandes empresarios, banqueros e incluso productores de cine y tv.

Brownie fue despedida. Y en su enorme ocupación full-time durante 17 años se había olvidado de redactar y firmar un contrato.

A sus 51 años, Earl se divorció de su esposa, renunció a la nacionalidad norteamericana y se compró una isla en centroamérica donde pasar el resto de sus días jugando a ser Dios. En cuanto a Brownie, la irrisoria indemnización de unos cuantos miles de dólares que tuvo que aceptar se la dejó al fundar una empresa de cosméticos con la covicción de que la mayoría de sus chicas la seguirían allá donde fuese. Se equivocó. Los tuppers son los tuppers, únicos, sin competencia posible, tan endemoniadamente prácticos...

En las oficinas centrales de la empresa sus retratos desparecieron, y nadie sabía a quién se referían cuando preguntaban por ella. Brownie habitó el olvido hasta que en 1992 fue definitivamente envasada (en madera de pino), y por muy poco no pudo alcanzar a ver la última conquista de su revolucionario método de venta: las alegres reuniones en torno a totémicos falos de plástico o de goma, eléctricos o a pilas o a tracción animal con la que solteras de todas las edades y sin complejos, y casadas que asumen o incluso apoyan la afición putera de sus esposos, echan la tarde entre risas y escenifican una versión posmoderna de la castración del macho cabrío.

Y yo lo dejo aquí porque es la hora de comer y los espaguetis del viernes pasado siguen teniendo una pinta buenísima.

jueves, 23 de abril de 2009

Contra la obligación de ir descalzo en un piso

Sin que nunca me haya importado reconocer mi particular fetichismo por los pies femeninos, existe una costumbre peligrosamente extendida en estos tiempos sin oráculo que me veo obligado a denunciar enérgicamente en mi blog (¿dónde, si no?): la puta manía de obligar a descalzarse a los invitados en tu casa.

La primera vez que me encontré con esta absurda complicación sin venir a qué fue en un piso que se alquiló un querido amigo en unos tiempos en que se dejó influenciar por falsos profetas de la sofisticación, y de pronto un día me obligó a quitarme mis queridas zapatillas en el umbral de su puerta. Pasaron unos días tensos hasta que coincidí justamente con ese coolhunter de todo a 100(uno que se llamaba Vicente pero que exigía que le llamáramos Arnau )y de pronto, me sorprendí a mí mismo buscando por las esquinas de aquella hermosa vivienda una fosa común con cientos de héroes anónimos de la República que siguieran pudriéndose sin fin. Y no: era Vicente, quitádose sus zapas y pidiendo una birra a mi amigo.

Tras aquél oloroso incidente, le hice ver a mi amigo su falta de hospitalidad y rectificó por siempre como buen chaval que es.

Pasaron unos años, y esta vez unas queridas amigas, educadas, exitosas, rubias y que están buenísimas, me han invitado a conocer su piso de destroyers of the night y he tenido que declinar sus invitaciones sucesivamente con gran dolor. Y es que, para mal, piensan que mola mandar descalzarse a sus invitados.

Para empezar, y aunque sólo sea una consecuencia de la paranoia neocon por la seguridad extrema, si en un piso tengo que ir descalzo supongo que toda la vajilla del hogar será de plástico. Pero como sé que al menos el whisky todavía no lo envasan en ese material innoble, deduzco que si se me cae un boca bit al suelo no me lo comeré y tal vez ni siquiera lo recoja con mis propias manos. Porque si bien las suelas de las zapatillas traen suciedad de la calle, es una suciedad a la que nuestra mente no sabe poner nombre ni forma y, sin embargo, un suelo exclusivamente pisado por pies descalzos o con calcetines (y si estás de pie, parado, en una conversación, los pies sudan), garantiza una sedimentación muy concreta, de sudor de pies, de pies de hombre, que aunque vaya mezclada con el exquisito sudor de pies de mujeres bonitas ya no vale, por la misma razón que si un tío dice que es bisexual en realidad lo que le pasa es que es maricón.

Así que mi más enérgica condena a este intento de demostrar algo, aunque no sepa todavía aproximadamente el qué. Y con la única excepción de mis dos rubias amigas, a todos los demás que practiquéis esta antihospitalaria costumbre, os ofrezco gratis una nueva práctica vanguardista que rima muy bien con la otra: ¿qué tal si os váis a cagar a la playa y después nos lo contáis? Seréis más superinteresantes que nunca, en serio...

miércoles, 22 de abril de 2009

lunes, 6 de abril de 2009

¿El final de la Farrah?

Después de echarse sus lociones, ensayar mentalmente el modo correcto de pedir un 77, retocarse innecesariamente el tupé, cargar bien el paquete a la derecha, y antes de poner en marcha esa forma de caminar, el Santo Cristo de Los Macarras enviaba sus oraciones a un estampa más santífica que la suya. Y sólo podía ser ésta:



Farrah Fawcett está gravemente enferma, de cáncer, y menudo cáncer. Su póster sigue refulgiendo en el desván macarra de nuestra conciencia.

PD: Por cierto...¿Se pueden tener más dientes?

viernes, 3 de abril de 2009

(Proudly) Blacklisted

Mucho antes de que adquiriera un turbio regusto a dildo, sabíamos que Spartacus era sinónimo de gloriosa llave a la libertad, de máxima expresión de justicia poética, de innegociable freedom of speach; que Johnny cogió su fusil cuando los posicionamientos radicalmente antibelicistas eran un ejercicio de heroísmo superlativo; que una vez existió alguien llamado Dalton Trumbo, que se pasó la vida escribiendo, y que jamás accedió a disfrazarse con el sentido común de los cobardes.

Pero, ¿quién conocía la misteriosa historia del guionista Robert Rich que nunca acudió a recoger su Oscar por el film The Brave One? ¿Quién había oído hablar del impresionante legado epistolar de Dalton Trumbo desde la cárcel o el exilio? Si, como yo hasta ayer, no teníais ni puñetera idea de nada de esto, y queréis escuchar las palabras íntimas de este genio desde el corazón, a veces tierno, otras rabioso, pero siempre "brave", a través de maestros como Donald Sutherland, Michael Douglas, el recientemente enviudado Liam Neeson o mi venerado Paul Giamatti, entre otros, corred por vuestras vidas a ojear este impresionante documental:

martes, 24 de marzo de 2009

Erasmus Borrachas

El pasado día 7 de diciembre, Francisco Nixon obsequió a su audiencia en la sala Wah Wah con algunos adelantos de su nuevo disco, El perro es mío, que ya ha salido a la venta. La obra está dedicada a la memoria de Sergio Algora y el single tiene toda la pinta de hit si alguien le diera una oportunidad fuera del ámbito indie. Su prosaico título es "Erasmus borrachas", y aquella fría noche yo estuve allí.



Si os mola os lo compráis, no seáis gañanes. La causa es justa.

Los mejores deseos para Fran Nixon.

martes, 10 de marzo de 2009

The Damned United

Me avergüenza reconocerlo, pero hace sólo unos días me enteré de quién fue Brian Clough.



"Es cierto; Roma no sé construyó en un día, pero yo no trabajé ahí".

"Acepto las malas críticas, normalmente 20 minutos; pregunto a quien me critica qué hubiera hecho él en mi lugar, hasta que 20 minutos después acaba dándome la razón."

"Si Dios hubiese querido que el fútbol se jugase por el aire, jamás hubiera creado el césped".

Le conté a mi amigo César lo poco que sabía de su increíble vida.

Dijimos "ahí hay un pedazo de peli."

Dijimos "sería la hostia, cumbre total".

Dijimos "molaría que la hiciera Mel Gibson".

Dijimos "Mel Gibson haciendo de Brian Clough, para flipar".

Dijimos "¿la habrán hecho ya?".

Buscamos un poco y dijimos "¡Joder!...



...se han olvidado de Mel".

jueves, 5 de marzo de 2009

Gürtel Wars

Éstos son algunos de los rostros de El Imperio Valenciano del Mal:


Paco Camps


Darth Pons


El coleguita del Bigotes y de su moto


Y el Bigotes

lunes, 23 de febrero de 2009

El legado de Bellow

Tras un infructuoso paréntesis, que ocupé decepcionándome con una novela recién salida de las imprentas y de un escritor de mis mismos "aquí" y "ahora", he retomado la lectura de El legado de Humboldt , del escritor judeonorteamericano Saul Bellow (1915-2005). La novela colma con creces el placer que se supone que uno busca en el acto de leer, y a pesar de mi condición de bloguero indomable, pues casi que mejor me callo y me limito a trasladar a quien corresponda otra esquirla textual de tan poderosa obra:

"Humboldt hizo lo que se supone que hacen los poetas en la crasitud de América. Persiguió la ruina y la muerte con mucha más dureza con la que había persegido a las mujeres. Quemó su talento y su salud y alcanzó su hogar, la tumba, por una pendiente polvorienta. Se enterró a sí mismo. Muy bien. (...) Por alguna razón, estos horrores son apreciados especialmente por la América comercial y tecnológica. El país se siente orgulloso de sus poetas muertos. Siente una tremenda satisfacción en el testimonio de los poetas en cuanto a que EE.UU. es demasiado grande, demasiado importante, demasiado rudo, en que la realidad norteamricana es sobrecogedora. Ser un poeta es algo escolar, algo tierno, algo religioso. La debilidad de los poderes espirituales queda demostrada en el infantilismo, la locura, en la embriaguez y la desesperanza de estos mártires. Un poeta no puede practicar una histerectomía o enviar una nave más allá del sistema solar. El milagro y el poder ya no le pertenecen. Por ello, los poetas son amados, pero se les ama porque no tienen posibilidad de alcanzar sus logros en la Tierra. Existen para poner de relieve la enormidad del horrible embrollo y justificar el cinismo de aquellos que declaran:

-Si yo no fuese tan mal nacido, corrupto e insensible, rastrero, ladrón y buitre, tampoco yo podría resistirlo. Fíjate en esos hombres tiernos y sensibles, los mejores entre nosotros, ellos sucumbieron, pobres locos."


Y aún me quedan casi 400 páginas por delante, sin duda una gran recompensa a la que dedicar el final del día.

jueves, 19 de febrero de 2009

06/03/09

Ya queda muy poco para que veamos la adaptación cinematográfica de Watchmen, el Quijote del género superheroico. Mientras nos mentalizamos para la muy probable decepción (han tenido el detalle de avisar de que el desenlace es diferente), al menos la poderosa campaña de marketing viral nos permite estimular nuestras enzimas de la ensoñación:




Algo es algo...

domingo, 8 de febrero de 2009

El tiparraco y su moto

Han pasado tres meses desde que se murió mi madre y la sociedad parece estar desmoronándose. El invierno es duro y da la sensación de que no vaya a terminar nunca. La gente dice que no tiene dinero y se libra de pagar lo que debe. En el pasado, a los que abríamos la boca para hablar de la peligrosa burbuja inmobiliaria y de las nesfatas políticas de crecimiento insostenible nos llamaban jipis y comunistas. Cuando algunos vimos pasar ante nuestros ojos el tráfico permanente de influencias y escuchamos convencidas apologías del enchufismo, y alguna vez se nos ocurrió preguntar, nos dijeron que así funcionaba el tema en todas partes, que las leyes están para lo que están pero que claro, la vida es otra cosa, y muy a menudo dejaban escapar después esa risita medio lista, medio culpable. Y los pisos subirían de precio siempre y los grandes negocios se cerraban a cuenta de un dinero que nunca jamás existió.



El tipo que enseña su moto a otro que me suena bastante está regalándose los oídos con "qué bien te lo montas", "eres un crack" y toda esa ratahíla de elogios propios de la gente zafia que nos ha metido en este maldito embrollo sólo para poder disfrutar de esa clase de momentos. Y nada más cuenta...

...mientras la primavera tarda aún en llegar.

martes, 3 de febrero de 2009

En directo y a todo color...Buddy Holly!!!

O un pedazo de fake muy conseguido:"Maybe baby".



Hoy se cumplen 50 años del accidente de Clear Lake, Iowa.



Y nada más...Uno, que es muy fan.

sábado, 24 de enero de 2009

Las visitas en los sueños (fragmento)

"Humboldt se convirtió en uno de mis muertos importantes.[...] Pensaba en Humboldt con más gravedad y pena de lo que puede parecer en este relato. Quería a muy poca gente y no podía permitirme el lujo de perder a ninguno de los que amaba. Un signo infalible de mi cariño era que soñaba frecuentemente con Humboldt. Cada vez que le veía, me conmovía profundamente y lloraba en el sueño. Una vez soñé que nos habíamos encontrado en la tienda de Whelan. En esta ocasión no era el hombre hinchado, de color ceniciento, que había visto en la calle 46, sino el Humboldt normal y robusto de la edad madura. Estaba sentado a mi lado, delante del surtidor de sifón, con una coca-cola. Me eché a llorar. Le pregunté:

-¿Dónde has estado? Pensé que habías muerto.

Él permanecía sereno y silencioso, y sumamente complacido. Me respondió:

-Ahora lo comprendo todo.

-¿Todo? ¿Qué es todo?

Pero él respondió únicamente: "Todo". No pude sacarle nada más, y lloré de felicidad. Pero esto sólo era un sueño, un sueño propio de un alma enferma. Mi carácter excitado está muy lejos de la firmeza. Nadie me concederá medalla alguna por mi entereza de carácter. Pero los muertos deben comprender muy bien estas cosas. Ellos han abandonado definitivamente la problemática y nebulosa esfera humana y terrestre. Tengo el presentimiento de que en la vida miramos hacia afuera de nuestro ego, nuestro centro. En la muerte se está en la periferia, mirando hacia dentro. Se ve a los antiguos compañeros luchando todavía con la pesada carga de sí mismos, y se les anima insinuando que, cuando les llegue el turno de entrar en la eternidad, también empezarán a comprender y, finalmente, tendrán una idea de lo que ha sucedido. Como nada de esto es científico, nos asusta pensar en ello."


Saúl Bellow, El legado de Humboldt.

viernes, 16 de enero de 2009

La prueba definitiva de la no existencia de Dios


Con todos ustedes, Ariane Sherine, la impulsora de la Atheist Bus Campaign.


¿A que voy y te santiguo?


Claro, una cosa es creer en Dios y otra estar como Dios...

miércoles, 14 de enero de 2009

Una propuesta de futuro

Una nueva frase hecha que aumente el ya de por sí rico acervo de la lengua castellana (aunque bien pensado podría adaptarse a cualquier idoma, empezando por el inglés). Servirá para describir la ineptitud que alguien demuestre para cualquier actividad física o intelectual:

"Tienes menos vista para ...... que Aznar para elegir amigotes."

Ahora no que la oficina está cerrada, pero mañana mismo voy y la registro. Porsiaca.

sábado, 10 de enero de 2009

Desire

Los que leéis este blog y me conocéis -el 97% de los que andáis por aquí, espero- tenéis muy buena constancia de mi caráter germánico, desapasionado, objetivo, sobrio, coherente y templado. Y está bien que así sea, porque si yo fuese un tipo de ésos exaltados, mediterráneos, volubles, sabelotodos y cabezones, sería muy capaz de escribir cosas como ésta:

"DESIRE", de BOB DYLAN es el MEJOR DISCO DE TODOS LOS TIEMPOS Y DE LA HISTORIA Y DEL MUNDO.

Cuánto me alegro de no ser así.

jueves, 8 de enero de 2009

I wanna be your dog - The Stooges

Los papeles de hoy dan fe de la muerte de Ron Asheton, guitarrista de los Stooges, el grupo de Iggy Pop de tan persistente y, por qué no decirlo, entrañable influencia: guitarra, bajo, batería, veloz tralla sin fin y un puto zumbao al micro. A partir de ahí, les caben todas las medallitas precusoras que se quieran, desde el garaje al punk.

Este video reciente demuestra que lo suyo básicamente consistía en seguir volviendo tarumba a la gente sin piedad.



Por suerte, todavía nos queda la Iguana en acción, y me da que por muchos años todavía, gracias a aquella caída que tuvo de chavalín dentro de una marmita de testosterona y (según las malas lenguas) anfeta pura también.

PD: Cojones, qué frío...Quién pudiera cerrar los ojos y al abrirlos aparecer, yo que sé, en Madagascar ahora mismo, por ejemplo.

lunes, 5 de enero de 2009

La Mona Lisa del rock

"El mito es un medio poderoso porque habla a las emociones y no a la cabeza. Nos traslada a un área de misterio. Creer en algunos mitos es venenoso, pero otros tienen la capacidad de cambiar algo dentro de nosotros, incluso si sólo es durante uno o dos minutos. Dylan crea una atmósfera mítica de la tierra que nos rodea. La tierra por la que caminamos cada día y que nunca vemos hasta que alguien nos la enseña."



"Porque su misma identidad es un misterio, fuerza que la pregunta "quién" es él pase a "qué" es él. ¿Qué es este entorno extraño, embrujado, que crea sobre el escenario, en los discos, en el cine, en todo lo que toca? ¿De qué mundo bebe y a qué mundo nos lleva? Lo tenemos aquí mismo ante nosotros, pero nadie puede tocarlo."

Sam Shepard, Rolling Thunder: con Bob Dylan en la carretera, 1975.

sábado, 3 de enero de 2009

Amistad y amor actualizados para el 2009

Qué mejor que arrancar el nuevo año ensalzando los grandes valores que hacen menos errático nuestro incesante caminar:

La vida social intensa:



Y su destino final, el amor, oh, el amor (el vídeo dura 10 minutos pero el guapísimo tema arranca a los 3'30"):