miércoles, 9 de julio de 2008

Reverendo Johnson El Zumbado y sus iglesias



"Lo que tengo pensado fundar en mi ciudad natal, Houston, es la primera iglesia del mundo con rock and roll. Llevar La Luz con toda su fuerza a los jóvenes, para que sepan que sus cuerpos y sus almas son una misma cosa y que el placer no es pecado, al menos según mi evangelio. Y eso supongo que me dará unos buenos ingresos. Quizá me diversifique un poco y abra también un par de asadores de chuletas. El Señor me ha metido en esto, así que supongo que es para bien. Hay tres cosas, por lo menos, que los negros hacen mucho mejor de lo que hayáis soñado jamás vosotros, los blanquitos, y que son: cantar blues, hacer las chuletas e ir a la iglesia.
Y eso me lleva de golpe a mi problema con los nombres. Con lo de "Zumbado" ya tengo cubierto el tema personal, pero ahora necesito un nombre para mi iglesia. Algo que explique lo que es...¿Lo captas? Y que les enganche. Algo atrevido, pero también elegante.Te voy a decir un par de nombres, a ver qué tal te suenan. Éste, por ejemplo: la
Sagrada Iglesia del Júbilo Impresionante. Demasiado, ¿eh? Y espera que te diga otro: Primera Iglesia del Éxtasis del Exitazo Monstruoso. Bueno lo de "monstruoso", ¿eh? ¿Tú crees que asustará a los niños? Y también tengo este, más tranquilo y suave: Iglesia del Alma Plena del Puro Deleite. ¿Iglesia Conmovedora del Gozo Rockero? ¿Iglesia del Gozo Rockero del Evangelio Atómico? No sé, algo moderno..."

Not fade away es el título original -aunque prestado de uno de los grandes clásicos del rock- de esta road novel obra del por aquí desconocido escritor americano Jim Dodge. Publicada en España el pasado invierno, pero escrita en 1989, es un retorno gozoso a los ambientes del beat del suroeste de EE.UU. en los 50, es decir, al meollo del irreversible y planetario cambio sociocultural que supuso la voz de la primera juventud no sacrificada en el campo de batalla ni condenada a una gris y laboriosa posguerra. Los beatnicks desfaenados y nihilistas que cristalizaron con el nacimiento del rock. La novela gira en torno a la primera (de muchas) pérdida de la inocencia de aquellos muchachos generadores, a raíz del tremendo shock que sufrieron el 3 de febrero de 1959, The Day The Music Die estrellada sobre un maizal en el estado de Iowa junto a los cadáveres carbonizados de Buddy Holly, Ritchie Valens y Big Bopper.

Por fortuna, sabemos que a la joven música popular todavía le quedaba cuerda para rato. Como a la conversación que he transcribido en parte entre El Zumbado y el protagonista de la novela, George Gastin "El Fantasma" a bordo de su misterioso cadillac errante. ¿Iglesia de la Fe Rockera de la Luz Salvaje y Agitada y la Gloria Demoledora? ¿Iglesia del Pepinazo del Evangelio del Gozo Eterno?...

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