sábado, 13 de diciembre de 2008

Los Bogdanovich


"Soy un artisssta, ¿que no?"

Peter Bogdanovich no fumaba ni bebía, ni siquiera en los años de máximo apogeo del Nuevo Hollywood de los años 70; en cambio, él y su esposa Polly Platt, se alimentaban exclusivamente de criminales piruletas llamadas Fudgsicles y bebía litros de ginger ale al día. Como consecuencia de tan singular dieta, el cineasta sufrió una terrible úlcera sangrante que a punto estuvo de mandarlo al otro barrio cuando todavía no se había ni planteado escribir y dirigir una maravilla como La última película. Y yo lo que no entiendo es lo siguiente: si era capaz de pasar de los vicios artísiticos por excelencia, ¿cómo podía a fin de cuentas maltratarse el organismo de esa manera?



El momentazo de "La última película"

Si existe una respuesta a esta pregunta, me temo que debemos recurrir a la menos interesante y más tópica de todas: la culpa es de los padres. Veamos si no lo que cuenta sobre su viejo el incisivo periodista y enorme escritor Peter Biskind en su magno, bíblico, y alucinante Moteros tranquilos, toros salvajes (Easy riders, ragging bulls):

"Los Bogdanovich eran una familia de verdaderos excéntricos. Borislav [su padre] empezó a pintar y cubrió con lúgubres lienzos las paredes de su oscuro y cavernoso apartamento de Riverside Drive (...). Como le gustaban los colores de la fruta podrida, las habitaciones estaban llenas de peras y naranjas mohosas que él utilizaba para sus bodegones. Su dormitorio lo había pintado de rojo; siempre usaba pijama para trabajar, y un sombrero con la corona cortada por la que le sobresalía el pelo tieso; parecía un personaje de dibujos animados. Muy sensible en todo lo tocante a su pelo, no dejó que Herma [su esposa] se lo tocara, jamás, en todos los años que duró su matrimonio, no siquiera cuando hacían el amor. Él mismo se lo cortaba y guardaba los mechones en el cajón inferior de la cómoda."

De tal palo, tal rayado. Y no creo que sea éste ni el momento ni el lugar para ponernos a viviseccionar lo que fue la vida sentimental de Peter Bogdanovich, de aúpa: cómo no pudo reprimirse y empezó a follarse durante el rodaje de The Last Picture Show a la joven diosa Cibyll Shepard delante de los morros de la pobre Polly, para que unos años después la inolvidable prota de Luz de luna le cambiase sin piedad por un vulgar mecánico (así es la vida de los culturetas), y cómo más tarde el bueno de Peter volvería a levantar cabeza y otras cosas gracias a una playmate veinteañera y borderliner a la que en un macabro rapto de celos su ex novio asesinó, violó post mortem y después descuartizó...

Señor Bogdanovich, es usted un caso.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Gran y muy divertida disección, Juanakin.
Y desde mi condición de pornógrafo, gracias por la foto en seis de la Shepard. Memorabilísimas tetas.

Angresola

Juan Antonio dijo...

Pues sí, oye, 12 correctísimas tetas en total. Es un verdadera lástima que Cibyll jamás nunca (que yo sepa) se decidiera a mostrar a la humanidad el resto de tan irrepetible pack.

Por cierto, una cosa que me ha salido sin darme cuen: "La última película", como diría un entendido, es una minuciosa disección sobre los mecanismos de la represión de la educación pueblerina y sobreprotectora. Y como Bogdanovich es un artista total, pues hale, no dudó en predicar con el ejemplo y se lanzó a por Cibyll allí mismo.

Claro, quién dejaría escapar semejante premio en la vida.

Unknown dijo...

ticha789.hatenablog.com

Ticha789 dijo...

A collection of tourist attractions for the avid traveler tattoo | cosmetic | travel | beauty | promotion

amulet88 dijo...

Good articles available every day. ความรู้ทั่วไป | ประเภทแมว | โปรโมชั่น | CARDI-B แฟนเพจ | ร้านอาหารดังๆ