jueves, 23 de octubre de 2008

El Coney Island

"¿Y lo bien que lo pasemos? Ésta la subo ya a mi junkie-facebook..."

Hace muchos años, más de la mitad de mi vida ya, oí hablar por primera vez de un disco de Lou Reed que desprendía aroma a asfalto mojado. Como vivo en una región soleada y calurosa, me gustan los días nublados, pero todavía más sus tardes y sus noches de aroma a asafalto mojado. Lo más pronto que pude me vi en una tienda hoy desaparecida con dos arrugados billetes de mil en una mano mientras con la otra sostenía un disco con una pinta que me sabía a rayos. ¿Qué clase de portada era esa? Las hay feas y las hay ridículas, pero ésta insólitamente me parecía ambas cosas a la vez. Recuerdo muy bien que precisamente aquella tarde era gris y otoñal, como ésta de hoy, y nada me gustaría más que decir que el clima me ayudó a decidirme a comprar el disco, pero mentiría: era un adolescente y me apetecía probar por si me marcaba un tanto delante de mis amigos, así que pasé por caja y si la música resultaba tan horrible como la portada lo único que tenía que hacer era archivarla en el cajón de lo indeseable y callarme la boca.


"Es lo bueno de currar con Lou, le hacemos las portadas con el culo y ni se entera."

Y pasaron los años, y pasaron mis equipos de música, y pasaron algunos gustos y pasaron algunos prejuicios y pasaron profresores incompetentes y pasaron jefes psicópatas y pasaron garitos y amigos y novias e incluso a veces parece que hayan pasado también las tardes grises y de aroma a asfalto mojado pero por suerte, siempre acaban regresando como hoy. Y nunca he dejado de escuchar el Coney Island. Y ya hasta me mola su portada, pero a veces dudo que lo del aroma fuera sólo una metáfora.

(Glorioso tube con el glorioso arranque del disco y antológica galería de fotos del autor: colgado, acosado, despistao, almodovariano pre-Almodóvar, con su última esposa, con su travelo in love, y de su descacharrante época sin criterio, la de ciclado y pelazo a lo mullet, en los 90).



ACTUALIZACIÓN: Mientras ayer escribía esto, no sabía que Papá Lou está en Barcelona...Y con aspecto de recordarnos a todos a alguna tía nuestra.